CONEXIÓN CUERPO BOCA

La boca, al igual que la piel, está en constante exposición al medio ambiente, con una alta carga microbiana, expuesta a toxinas que son ingeridas en los alimentos o en el agua, por lo que existe una alta posibilidad de que se presenten disturbios en la microflora oral y en el PH.

Aunque no pensemos cotidianamente en las interrelaciones directas que se generan a partir de los alimentos, del medio ambiente, de la falta o exceso de ejercicio y del descanso profundo y reparador; aunque nos cueste imaginar que las infecciones en las encías pueden terminar afectando al corazón, debido a que  muchas de las bacterias que están causando la infección en la boca terminan transitando a través de los vasos sanguíneos hacia este importante órgano; realidades que hoy debemos tener presentes en nuestro día a día. Vale la pena mencionar, que algunos pacientes por miedo o por anteponer otras obligaciones a su salud terminan comprometiendo tanto su estado físico como su estado emocional. 

Cuando hay infecciones generalizadas de las encías o los dientes constantemente estamos ingiriendo sustancias purulentas o infectadas. No es extraño que todo nuestro cuerpo se sienta sin fuerza o con una sensación de cansancio y malestar continúa cuando tenemos afecciones bucales. Es por eso que, continuando con la prevención y el manejo de las infecciones, proponemos hacer una minuciosa y estricta evaluación de los tratamientos de conductos que ya tengan los pacientes. Si dentro de un tratamiento de conducto los espacios no han quedado bien sellados se estará generando un área propicia para que se alojen y desarrollen bacterias que luego migrarán, como lo hemos mencionado, a otras zonas de nuestro cuerpo o simplemente mantenemos en alerta máxima a nuestro sistema inmune, mantener a nuestro sistema inmune en alerta máxima con infecciones crónicas sin tratar, definitivamente no es lo mas adecuado.

La pérdida de los dientes o una mordida inadecuada influyen directamente en la forma en la que trituramos los alimentos. El bolo alimenticio se forma a partir de una buena trituración de lo que comemos, por lo que, si no existe una correcta masticación, no estaremos aprovechando al máximo los nutrientes y no estaremos brindándole a nuestro sistema digestivo la posibilidad de trabajar con eficiencia y a un ritmo sano.

No solo debemos tener en cuenta los daños ya hechos y sus consecuencias, también es importante tener muy claro que lo que ingerimos termina siendo un factor determinante en nuestra salud oral y, como lo hemos visto, en la de todo el cuerpo. Un ejemplo muy importante es el del azúcar y los conservantes, que generan graves daños en el hueso de soporte, dientes y encías, por cambios en el PH y aumento de cargas bacterianas patógenas. Una dieta baja en azúcar y rica en vitaminas, micronutrientes y antioxidantes favorecerá tanto la prevención como el tratamiento de enfermedades asociadas a la boca y a todos los sistemas que pueden verse afectados a partir de ella.

Si hablamos de materiales nos encontramos con que su conocimiento y elección son determinantes para entender en qué nos pueden ayudar y en que nos pueden afectar. Para referirnos a un caso concreto hablaremos de las amalgamas, sobre las que existen serios cuestionamientos de toxicidad en el cuerpo y contaminación ambiental, que si bien, hay literatura que más por el tipo de metodología que usan en los estudios no es concluyente frente a este tema, sí debemos aplicar el principio de precaución respecto a su uso. Cada persona de acuerdo a su estilo de vida y a sus antecedentes familiares va a tener reacciones diferentes, así que como terapeutas estamos en la obligación de individualizar e indagar a nuestros pacientes y complementar con las terapéuticas necesarias en cada caso. 

¡La interrelación de la medicina y la odontología en el manejo de un paciente, es un gran acierto para promover la salud de una manera integral !

Odontología Empática

“Existe una conexión indivisible entre nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestro espíritu. Esa alianza determina la respuesta biológica de cada una de nuestras células y órganos a la hora de brindar o recibir un tratamiento. Teniendo en cuenta lo anterior, establezco los procedimientos de rehabilitación en las diferencias biológicas de cada paciente, comprendiendo la importancia de trabajar en conjunto con otras especialidades odontológicas y médicas desde una perspectiva integral, y tomando muy en cuenta los hábitos de alimentación, el estado físico, el descanso y las emociones del paciente”.